Antes de la cuarentena en Panamá, tuvimos la oportunidad de visitar la casa de Loanah y escuchar su historia. Loanah, fundadora de Lapü Fiber Art, es una de las primeras marcas que hicieron parte de Kindly Shop. En este blog te contamos cuál es el sentimiento que hay detrás de cada pieza que ella produce, y donde aprendió la técnica del tapiz.

 ¿Cuál es tu lugar favorito en Panamá?

Casco es un lugar super inspirador para mí, pero El Valle de Antón tiene la corona. Me encanta de ir a el Valle de Antón. El contacto con la naturaleza, es algo primordial para mí.

¿Cuáles son tus productos favoritos dentro de Kindly Shop (que no sean de tu marca)?

Tengo varios. The Alma Estudio, me fascinan sus creaciones. Las mesas, bandejas, todo lo que hacen es increíble. Estudio Brutal, los sigo hace tiempo, y tenemos muchas plantas en casa, así que planeo comprarme uno macetero en algún momento. Santé Cutarras me fascina y Viviendo también me gusta muchísimo.

¿Qué te gustaría mejorar para hacer que tus productos sean más sostenibles o para tener un producto más amigable al medio ambiente?

Ese es mi reto todo los días. Tengo un montón de retazos guardados de todas las telas y pedacitos de hilo. Guardo en potes todos los trozos de tela y de hilo que me van sobrando de las piezas que hago. Siempre trato de utilizar todos mis materiales. Ahora estoy experimentando con la máquina de coser para tratar de pegar todo los retazos que me sobran y hacer un "punch needle" con todos los hilos que me quedan. 

¿Qué te inspira cuando creas?

En realidad, todo mi proceso creativo viene de experiencias personales. La inspiración para mí sería la tranquilidad. Porque por lo general, estoy al contrario cuando hago mis piezas. Estoy con alguna carga, una preocupación o con algún problema. Mi práctica me ayuda a drenar. Por eso creo que transfiero esa información de alguna forma a las piezas. Desde que empecé a hacer esto hace  10 años, siempre he tratado de trabajar con las emociones. Tengo libros que me inspiran mucho y me guían. Este libro, por ejemplo: "Visualizar con Sentimiento", fue fundamental para mis trabajos. Porque siempre visualizo como me estoy sintiendo y trato de escoger los colores con base a eso.
Hace tiempo, hice una pieza que ya no está disponible, pero era una mapa de mi ciudad, donde yo nací en Venezuela. La gente que no la conoce, simplemente conecta con los colores, pero la gente que sí conoce mi ciudad, me escribió, muchas personas querían la pieza. Siento que hay cosas que son parte de la memoria de cada quien y que se puede transferir a este tipo de expresión artística. Y en nuestro caso, los venezolanos estamos por todos partes del mundo, así que para muchos fue un referente, un recordatorio de un sentimiento, o de una sensación.

Cuéntanos: ¿cómo aprendiste a hacer lo que haces?

Yo tuve un maestro, Edison Parra (foto a continuación). Fue un artista Zuliano muy reconocido, vivió 20 años en Paris, luego regresó a Maracaibo y me dio unas cuantas clases.

Terminé trabajando en su taller. El trabajaba con una familia indígena, los Wayú. ¡Era una familia de 20! Hacían carteras, poofs, totems gigantes - todos tapizados. Lo que yo hice fue a aprender. No creé nada mío, me dediqué a aprender, a que ellos me enseñen. Yo era una más del equipo. Aprendí muchas cosas sobre ellos. Primero que nada, me aceptaron; eso es difícil, es un privilegio, y todos me lo dicen. Además, me sentí parte de una proceso colectivo, el textil no se logra con las acción de una sola persona, las piezas grandes siempre tienen un referente colectivo, siempre está el factor familia, todos ayudan, todos colaboran. Y bueno, aprendí cómo trabajar en equipo, pero a lo ancestral. Y eso sí fue fantástico.

¿Aprendiste estas técnicas de ancestrales por accidente, como te hace sentir eso?

Sí, en realidad fui muy afortunada. Tuve suerte. Estuve en el lugar indicado, con las personas indicadas en el momento indicado.

Este trabajo me impulsó a dejar mi vida corporativa. Me siento feliz y segura haciendo esto, y siento que puedo trasmitir esos sentimientos en mi trabajo. Así fue que nació Lapü. Logramos poner las piezas en Kindly Shop, el proceso es lento, pero el textil es así. Yo siento que hay que honrar eso. Uno tiene que tener paciencia con las cosas.

¿Cuánto tiempo te toma hacer una pieza así?

Depende. Hay piezas que "estaciono": las comienzo y las detengo. Pero si trabajo continuamente, y si el proceso fluye, puede tomar entre dos a tres días. Depende también de las agujas y de la complejidad de la pieza.

 

Por Brittany Morgan

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